Este ha sido el primer poema que leí, por azar, en una librería de segunda mano; y en consecuencia del cual me llevé este libro, y descubrí la colección completa.
Querida amiga:
aunque yo ya no sea
el que tú conociste
porque la soledad cambia a los hombres
te envío una pepita de melón
y el dolor de saber lo que pudimos ser y que no fuimos
sino tristeza mutua
desamparo escondido bajo un bosque de besos
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