miércoles, 1 de febrero de 2012

TODO LO QUE POSEO

Como rara vez sucede, comencemos por el principio. Este es el poema que, después de las anteriores citas y preludios, abre el libro, en la ya citada primera parte (LA DERNIERE AVANT):


Lóbulo de mi oreja Incertidumbre
No te voy a ocultar que estoy borracho
Tu rostro en el fondo de este vaso
Tus pezones inmensos en el whisky*
Beber no es el olvido
No es el alcohol la estancia negra
La delicada mano que esconde los despojos
De este tiempo prohibido
El alcohol es un signo
De tu pelo Es un signo del labio
Que ilumina la noche
Un signo de tu vientre
Como Milán Tan Húmedo
Y estos signos son todo lo que queda
Todas mis posesiones
En el alcohol hundidas
Hundida en ti mi Lengua
En las cálidas olas que tu vagina escupe
Y el mar cólo concede a los atónitos
Ahora es el momento de entrar en los Misterios
De la piel y el idioma La ocasión
De descubrir las algas latentes tras la Forma
De usar la obscenidad como conocimiento
De lamernos
Cantar


O continuar bebiéndote hasta que se confunda la memoria






* en el original, escrito como "güisqui"

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