domingo, 5 de febrero de 2012

He comido las uvas más dulces junto a ti
Los ritmos más sabrosos en tu boca
Oh exquisito pubis de princesa ninfómana
Mi lengua no ha surcado pechos más indecentes
Ni espaldas más audaces
Y tu humedad es sólo comparable
A los torrentes de mi país mediterráneo
Pero debo seguir
No me está permitido el lujo de yacer
En las suaves orillas de este lago
A esperar que sus aguas me entreguen el llanto de la luna
La blancura de unas olas que no habrán de llegar
Ahora sé que hay que inventar cada día el espectáculo
Y cruzar el lago
Porque posiblemente al otro lado existan públicos distintos
Fragancias ignoradas
Venturosas canciones sobre los caminantes heridos de nostalgia
O cuerpos que florezcan en otoño
Allí quizás la Bida ejecute su danza
Y pueda divisar otras fronteras que hoy sólo alcanzo en la imaginación
Otros perfiles de increíble luz
A los que acudiré con mi pelo muy limpio
Porque sobre mí pesa la condena del nómada
Y no me ha sido dado el privilegio
De lo definitivo


Más tú también puedes cruzar el lago
Puedes secar tus ropas al calor de las gentes que habitan más allá
Y preguntar si por allí pasó algún equilibrista con los ojos llorosos
Con las sienes azules y en la boca un pronombre muy parecido a ti

No hay comentarios:

Publicar un comentario